
Rouen, también conocida como `La ciudad de los 100 campanarios’, es un enclave privilegiado. No solo por contar con el paso del Sena por ella, sino también por tener en sus proximidades maravillas naturales como el gran parque ‘’La Forêt Domianale de Roumare’’.
La propuesta consiste en una experiencia. Se pretende evocar el bosque dentro de la ciudad. Ofrecer a sus habitantes experimentar este enclave natural. Recorrer, atravesar, acercarse, asomarse a su interior..., en definitiva vivirlo desde dentro. Recordar lo bonito de dar un paseo por el bosque: un bosque ciudadano.
Haciendo uso total del material proporcionado se propone una estructura entramada de madera sobre unos pilares del mismo material. Como si de tronco y copa se tratara.
La luz atraviesa la estructura, ocultando visiones y focalizando otras. Dando la oportunidad de mirar la ciudad a través de ella.
Los troncos crean un laberinto donde perderse, con dos claros en su interior. El visitante puede sentarse a leer un libro bajo esta atmósfera, reflexionar, admirar, relacionarse o simplemente estar. Una experiencia polivalente y única.
Al igual que un bosque natural, la instalación no solo tiene vida diurna, sino también nocturna. El bosque ciudadano se ilumina desde su interior convirtiéndose en un icono temporal para el barrio de Saint-Sever.

